Las obras de construcción del Templo Ecuménico de El Salvador comenzaron en 1969. La construcción del templo se completó en 1971. Fue inaugurado para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos el 21 de enero de 1971. A la inauguración asistió el Cardenal Johannes Willebrands, Presidente del Secretariado Romano para la Unificación de los Cristianos. También estuvieron presentes Monseñor Infantes Florido, Obispo de la Diócesis de Canarias, y el Conde Vega Grande, Alejandro del Castillo y del Castillo, junto a sus hijos. Fue el Conde Vega Grande quien fue el ingeniero de la idea de este edificio, como el 99% de los proyectos en la zona, y para el propósito de la construcción dedicó el terreno debajo del templo a la diócesis.
Lo que más destaca en el exterior, además de la interesante estructura arquitectónica que es obra del arquitecto Manuel de la Peño, es la gran fachada metálica, que también forma la puerta del templo. Su autor es el artista canario José Abad.
Hay mucho que decir y escribir sobre la Iglesia Ecuménica de San El Salvador, independientemente de su creencia o religión. Claramente es un legado que pertenece a todos, por varias razones. En primer lugar, por el edificio en sí, que es una de las obras más carismáticas del gran representante de la arquitectura moderna española, Manuel de la Peña Suárez.
Otro motivo es el hecho que también llevó a Alejandro del Castillo y del Castillo, Conde Vega Grande, a su construcción para la Diócesis de Canarias. Paulatinamente, el número de turistas, pero especialmente los residentes que trabajaban en el sector turístico, llenó la iglesia de San Fernando hasta tal punto que básicamente ya se servían misas en la plaza frente a la iglesia. Dado que el propio Conde vio el futuro de Maspalomas en un gran centro turístico con una clientela internacional de diversas religiones, la condición para la entrega del edificio a la iglesia fue preservarlo como templo ecuménico, en el que se servirán misas para todos los cristianos.
Fue la condición que dio el conde al templo la que hizo que el edificio se llenara de elementos simbólicos, lo más neutros posible, para que no se identificara con ninguna religión en particular. Esto creó interesantes obras de arte que son inconsistentes a primera vista pero se complementan entre sí de una manera interesante. La Puerta de Hierro de José Abad, la vidriera de Juan Antonio Giraldo, la roca de lava que forma el altar, la estatua de Cristo en la cruz o el monolito de hierro en el atrio, que se supone que representa la fortaleza y la profundidad de la fe .
Varias obras de arte se encuentran en la capilla católica en la nave lateral. Fue construido como una parte separada del templo, separada por una puerta. Sin embargo, las misas generalmente se sirven en la nave principal.
Además de su función religiosa, el templo también es un centro cultural. Es un lugar para conciertos de órgano, conciertos de varios coros, así como conferencias y presentaciones sobre la historia y cultura de Gran Canaria. Ofrece un encomiable trabajo religioso, social y cultural para los turistas que visitan Maspalomas. Al mismo tiempo, es un lugar donde prácticamente todas las iglesias cristianas europeas oficiales conviven en la armonía y tolerancia tan característica de Gran Canaria.
Y al final solo tengo que agregar. Este lugar, como todo en el sur de Gran Canaria, se puede agradecer al hombre carismático que supo materializar su idea, el Conde Vega Grande a Don Alejandro del Castillo y del Castillo y sus hijos. Incluso a través del Templo ecuménico El Salvador, pudo darle a Maspalomas lo que debería tener un buen centro turístico. Importancia internacional, ambiente tolerante, bellos alrededores pero también valor espiritual.
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